Heridas superficiales de la piel, cuidados y complicaciones
- ruben plaza
- 14 feb
- 2 Min. de lectura
Las heridas en la piel pueden ocurrir en cualquier momento y lugar, ya sea por un corte, una quemadura, una rozadura o una cirugía. Cuidarlas correctamente es esencial para prevenir infecciones y favorecer una rápida cicatrización. Con esta guía aprenderás a tratar y cuidar una herida.
Lo primero que debes sabes es que cada herida es diferente, lo primero que debes aprender antes de cualquier tratamiento es a identificar el tipo de herida
TIPOS DE HERIDAS
Cortantes | Provocadas por objetos afilados como cuchillos o vidrios |
Punzantes | Causadas por objetos puntiagudos como clavos o agujas, pueden ser profundas y aumentar el riesgo de infección |
Abrasiones | Ocurren cuando la piel se frota contra una superficie rugosa, como en una caída. |
Laceraciones | Son desgarros irregulares en la piel. |
Quemaduras | Pueden ser térmicas, químicas o por fricción, y requieren cuidados específicos según su gravedad. |
Si la herida es superficial y el sangrado no es abundante, te recomendamos:
Lavar las manos con agua y jabón antes de tocar la herida, evitando así infecciones innecesarias.
Limpiar la herida: si no tienes material de curas, con abundante agua será suficiente para eliminar la suciedad hasta que se realice la cura final, evita productos como alcohol y agua oxigenada ya que pueden irritar los tejidos.
Secar la piel alrededor de la herida: utiliza una gasa limpia o un paño estéril
Si la herida sangra, presiona suavemente con una gasa estéril durante unos minutos hasta que cese (si la lesión es en una extremidad, ayuda también posicionarla en alto)
La protección de la herida es un proceso muy fácil pero que no debemos descuidar, el antiséptico siempre deberá ser suave, preferentemente clorhexidina, la cobertura de la herida se realizará con un apósito limpio o una venda y, muy muy importante, cambiarlo diariamente o en caso de humedecerse o ensuciarse.
CUIDADOS POSTERIORES Y CICATRIZACIÓN
Hidrata la piel alrededor de la herida con una crema regeneradora para evitar la sequedad.
Evita tocar o rascar la costra que se forma durante la cicatrización, ya que esto puede retrasar la curación y aumentar el riesgo de cicatrices.
Mantén una alimentación saludable, rica en proteínas, vitaminas C y E, y zinc, para favorecer la reparación de los tejidos.
Evita la exposición al sol en heridas recientes, ya que la radiación UV puede oscurecer la cicatriz. Usa protector solar si la herida está en una zona expuesta.
Recuerda que este blog es una guía para heridas superficiales y con escaso o nulo sangrado, si la herida es más complicada (profunda, ancha, muy sangrante), ha sido causada por un objeto sucio o tiene signos de infección, no dudes a acudir a tu enfermero y médico de confianza para iniciar tratamiento oral y realizar curas más específicas.
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